RENTABILIDAD ECONOMICA VERSUS RENTABILIDAD SOCIAL
Escribe: NOEL ANTONIO PONGUTA BARACALDO, Administrador
de Empresas de Sogamoso y Ex -Director de COMFABOY
Ante la realización de la Asamblea General de la
Caja de Compensación Familiar de Boyacá COMFABOY es muy conveniente hacer algunas reflexiones para que los participantes en
ella enfrenten con criterio objetivo la situación de tan importante entidad de servicio social. En cumplimiento de la ley
le corresponde ante todo administrar el subsidio familiar, por lo cual, la evaluación que se debe hacer no se puede concentrar
en el análisis cuantitativo de sus índices financieros sino ante en el análisis cualitativo de sus servicios. Es decir que
antes que exigir una rentabilidad económica se debe observar cuál ha sido la
rentabilidad que podríamos para este caso y muchos otros similares llamarla “social”.
¿Cuál es el nivel del subsidio en dinero que está
pagando a sus beneficiarios menores de 18 años?, en comparación con el de las demás Cajas del país. ¿Cuál es el % que está
gastando en los gastos de administración, el cual no puede sobrepasar el 10% de sus ingresos?. ¿Cuál es la eficiencia y calidad
de los demás subsidios otorgados a través de sus servicios de salud, recreación, capacitación, mercadeo social, cultura, vivienda, etc.?.
A ninguno de estos servicios se le debe exigir rentabilidad
económica porque dejarían de cumplir la función social para la cual han sido creados. Ni siquiera al mercadeo social porque
éste fue establecido para acercar a sus beneficiarios los artículos de primera necesidad tanto en la alimentación como en
el vestido, en el nivel de vida, etc. Pero a precios razonables que regulen el mercado. Se imaginan los niveles de precios
que existirían sin la sana competencia de las Cajas. ¿Cuántas Cajas de Compensación arrojan utilidades en este servicio?.
Tampoco se puede someter a estas instituciones al
régimen de compras del Gobierno porque por su carácter privado pueden ser más ágiles y beneficiarse más del mercado competido.
La honestidad es la mejor garantía de funcionamiento. Por eso en su consejo Directivo de 10 miembros la ley colocó sabiamente
a 5 Empresarios y a 5 Trabajadores para que administren sanamente los recursos en beneficio de los trabajadores y de sus familias.
La Asamblea tiene la responsabilidad de elegir un Concejo Directivo y un Revisor
Fiscal que con los pies en la tierra y en cumplimiento de la ley logren una rentabilidad social para elevar el nivel de vida
de sus benmeficiarios.