Escribe : NOEL ANTONIO PONGUTA BARACALDO, Administrador de Empresas ,UN

Inicialmente, por el año de 1.965, en nuestro país, se estableció el Impuesto a las Ventas, que gravaba solamente la producción y lo pagaban los Industriales, pero en 1.984 se amplió al proceso de distribución y  se cambió por el llamado Impuesto al valor Agregado, el cual se sintetizó en el término : IVA. Pero justamente por esta denominación creo que debe cuidarse que su aplicación no se extienda hacia productos de la canasta familiar que no tengan ningún procesamiento industrial  o sea ningún valor agregado sino que se comercializan una vez cosechados. Se pasó, así mismo, a que lo pagaban los consumidores, y los recaudaban los comerciantes. 

Tampoco, el IVA debería extenderse hacia productos   hoy exentos , que integraron en su tiempo una lista llamada “IVA Social” porque se trató de beneficiar a las clases menos favorecidas evitándoles por ejemplo que pagaran el impuesto sobre los útiles de estudio y los uniformes, y también porque parte de su producido estuvo orientado hacia el establecimiento de la seguridad social para las Madres Comunitarias que colaboran con el ICBF. También para el fomento de microempresas, para el pago de becas y para la cancelación de pensiones en el sector público.

 Tampoco se paga sobre la compra de ciertas medicinas, textos, cuadernos, bolígrafos, colores, lápices, crema dental, jabón de tocador y en barra para lavar, escobas, trapeadores, cepillos, pilas, pañales, peluquería, fósforos y periódicos. Parece que ahora no se van a exceptuar ninguno de éstos productos tan vinculados a la canasta familiar. Igualmente, en 1.992, se dejaron sin gravar con el IVA la maquinaria agrícola  y algunos insumos para los cultivos y explotaciones agropecuarias con el fin de incentivar estas actividades en el campo. 

 Esta es la responsabilidad que tienen los Parlamentarios quienes deben evaluar la propuesta del Gobierno Nacional y decidir sobre el alcance de las reformas. Recordemos que  recientemente en el Gobierno anterior también se propuso la reforma del IVA pero fue rechazada inmediatamente por el Congreso porque estaba cercana una campaña electoral. Ahora las circunstancias han cambiado y sobretodo que se ha relievado el hecho del déficit fiscal y se ha ofrecido bajar el porcentaje del 16 al 15% para el cobro del IVA. 

Ojalá que el país no retroceda en las conquistas del llamado IVA Social ya que la tendencia debería ser más bien la de ir aumentando la lista de los bienes exentos de pagar este impuesto.