LAS FIESTAS DE SOGAMOSO UNA TRADICION
CULTURAL QUE DEBEMOS MANTENER
Por : Jaime Vargas Izquierdo El mes de Julio es el consagrado por los
Sogamoseños para celebrar sus Feria y Fiestas, como antes se denominaban el gran evento que tanto renombre y prestigio le
ofreció en el pasado a nuestra cuidad. Conforme a indagaciones que adelantamos fue en el año de 1882 cuando la municipalidad
determinó que las festividades de la Ciudad del sol se cumplieran a partir del 20 de Julio, acogiéndose a la Ley 60 de 1873
que estableció esta fecha como festiva en toda la nación en conmemoración de aquel glorioso día del Grito de Independencia.
Sin embargo, es bueno
advertir que desde antes de esta declaratoria, Sogamoso celebraba con toda la pompa y suntuosidad sus festividades anuales
y que tales certámenes tenían una singular significación en la vida social y económica de la población y de su entorno regional,
como resultante del espíritu emprendedor , alegre , jovial, y acogedor, tan característico en sus moradores. Pero este espíritu festivo , cuyas raíces
se hunden en nuestra prehistoria y en la propia civilización Muisca y chibcha ha sido constante en el discurrir de nuestra
historia cultural. Nuestros aborígenes, como todos sabemos rendían tributo a su
máxima deidad. EL SOL, por eso resulta acertado que nuestros festejos ostenten el significativo nombre de FIESTAS DEL SOL,
como veremos a continuación. La destacada investigación de nuestra historia, doña Lilia Montaña de Silva Celis. En hermosísimas páginas nos relata
como nuestros antepasados indígenas, “ tenían como fundamento religioso el rito al sol”. Y como Suamox fue para
ellos el centro del rito solar”. También nos cuenta la destacada historiadora sogamoseña que ‘ en honor al sol
se celebraban muchas fiestas , pero la mas importante, de la cual nos hablan los cronistas es la fiesta del Huan”.La Académica Montaña de Silva Celis, recientemente
desaparecida, se ocupó de narrar en las citadas páginas, los pormenores de la solemne fiesta del Huan en honor de nuestro
más esplendoroso símbolo, EL SOL, la cual se reeditó con especial esmero gracias
a su empeño y dedicación en 1992, conforme a un fascinante libreto de su autoría. La conquista española con su ímpetu arrasador significó, el cambio
de muchas tradiciones de nuestro pueblo aborigen. Con todo ese espíritu jovial y festivo de los Sogamoseños se mantuvo incólume
durante los años de la dominación española y a esta expresión del carácter de nuestros coterráneos se sumó la vocación de
los hijos de Suamox por las empresas agrícolas, ganaderas y artesanales, todo lo cual condujo a consolidar el prestigio bien
ganado de sus ferias y por supuesto de sus Fiestas Reales. La Colonia permitió, que Sogamoso reafirmara el renombre de sus certámenes feriales Es
muy conocido el testimonio del Diputado de Sogamoso don Emigdio Benítez ante el primer congreso General del Reino, reunido
en Santa fe en diciembre de 1810 cuando al defender la admisión de nuestra Villa republicana en dicho estamento, apoderó las
fiestas de Sogamoso, señalándolas como “ las mejores del reino” u resaltó en encendidas frases, el potencial económico
de la población tal como lo habían hecho el Historiador de la Colonia y misionero en Sogamoso y Tota, Fray Pedro Simón, en
sus “ Noticias historiales de la conquista de tierra Firme en las Indias Occidentales” (1627) y el también historiador
Basilio Fernández de Oviedo en la obra “ Cualidades y riquezas del Nuevo Revino de Granada” (1748). Adentrándonos en la época republicana el
ilustre polígrafo y destacado intelectual sogamoseño Temistocles Avella Mendoza en una nota analítica escrita en 1879, nos
habla del restablecimiento de la feria “ Que por ser periódica redundará en beneficio del pueblo”.Ya por los años treinta del pasado siglo
en su “ Geografía Histórica de Sogamoso “ el Historiador Gabriel Camargo Pérez nos presenta en el capítulo X una
amena reseña de las fiestas julianas de la ciudad del sol por aquella epoca la cual nos permite conocer sobre su inmensa importancia
desde el punto de vista económico y advertir claramente el afianzamiento de Sogamoso como emporio ganadero de primera magnitud
en el Oriente Colombiano y el posicionamiento de su poder de convocatoria que tenia su feria en el concierto económico de
la nación. Años mas tarde,
otro historiador de la tierra, el Coronel Guillermo Plazas Olarte en su obra “ Sugamuxi, Crónicas y leyendas”
(1981), abunda en detalles sobre las “ferias y fiestas” sogamoseñas y permitió enterarnos de los componentes mas
sobresalientes de las jornadas festivas de los decenios treinta a cincuenta del siglo XX en nuestra “ Roma de los Chibchas”.
Las ferias y fiestas
sogamoseñas prosiguieron por muchos años su cadena de éxitos y conquistaron el lugar preponderante en el calendario festivo
de Colombia. Pero probablemente fue después del año 1962 cuando lograron su máximo esplendor, cuando a sus alegres carnavales
prosiguieron sus majestuosos y auténticos reinados nacionales, bolivarianos, y latinoamericanos del Acero, los imponentes
desfiles de carrozas y comparsas, sus vistosas cabalgatas, sus Noches Llaneras y de Suamox, sus casetas de baile, sus exposiciones
pecuarias, artesanales e industriales, su concurrida feria ganadera, la solemnísima procesión de la Virgen del Carmen y desde
luego su feria taurina, tal vez, el espectáculo mas destacado de la programación festiva y el de mayor identidad y tradición
de nuestra sogamoseñidad y cuya historia se remonta a la época de la Colonia en la cual se cumplían los mas afamados festejos taurinos a la usanza española en los mismísimos patios del Palacio del Corregidor,
en el marco de la hoy Plaza de la Villa, convertida posteriormente en escenarios de corridas y capeas del más rancio y autentico
sentimiento hispánico.A
manera de paréntesis, me refiero muy someramente a la afición taurina de Sogamoso, la cual es como una impronta o un sello
imborrable del alma de sus gentes y sobre la cual por allá en 1872 el presbítero y párroco de Sogamoso, Juan Nepomuceno rueda
al destacar el carácter de los hijos de esta tierra, los definía como , “
Hábiles en la tauromaquia de que gustan mucho”. Y es que la fiesta brava en Sogamoso daría para hablar en extenso, pero
por ahora nos limitamos a registrar que es una faceta trascendente de nuestra cultura, la cual desde 1968 cuando se inauguró
su plaza torera, la Pradera, consolidó nuestra ciudad como “ Capital Taurina del Oriente colombiano”.Pero volviendo a la historia de nuestra feria,
nos duele que su buena fama y grandeza hayan venido a menos. Las crisis económicas, la carencia de voluntad política de los
gobernantes, la intromisión perniciosa de la politiquería, han sido entre otros los factores para su decadencia y menoscabo
en los últimos años. Paradójicamente cuando Sogamoso era apenas un pueblo se realizaban ferias de gran ciudad y hoy cuando
orgullosamente es una ciudad las ferias y fiestas ostentan las características propias de un evento pueblerino, casi de bazar
grande.Persuadidos de
la necesidad de rescatar el hilo perdido de la majestad y esplendor de nuevas
festividades julianas y con el ánimo de “ Recuperar un espacio para el evento dentro del concierto regional y nacional
y promocionar, el buen nombre de la ciudad y la región de Sogamoso” entre otros objetivos, varios ciudadanos, liderados
por la Cámara de Comercio local , quisimos plantear hace ahora tres años , a través de un documento serio y meticulosamente
estudiado , ante la autoridad local de entonces en cabeza de su alcalde, una propuesta tendiente a comunicarle a la programación
ferial unos lineamientos para hacerla de nuevo atractiva para propios y extraños. Se sugirió el nombre de “Fiestas del
Sol” para conservar la tradición iniciada en la Fiesta de Huan, en honor al máximo símbolo de la sogamoseñidad, EL SOL.
Infortunadamente la propuesta contenida en el susodicho documento , no mereció de parte del Gobierno Municipal de aquella
época ninguna respuesta, ni negativa, ni positiva, no obstante la advertencia de que su presentación no obedecía a intereses
diferentes a posicionar a Sogamoso y su feria en el lugar preferencial que otrora ocupara.NO perdemos la fe y confianza de que la Feria de Sogamoso pueda
tener en el inmediato futuro nuevos destellos de gloria y esplendor, así nuestras sugerencias ,hayan sido en el pasado objeto
del soslayo y la indiferencia. Quiera la providencia que nuestras grandes festividades julianas ( ahora cuando nuevos y mejores
vientos), vuelvan a tener la magnificencia y posicionamiento de antaño, los cuales hoy evocamos con nostalgia y pesadumbre.(Fuente: periódico JORNADA, Julio-agosto 2004,pg
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