EL CACIQUE BERMEJO
“Esta estimación
que por esta razón hacía toda la tierra
del Sogamoso,
fue causa que la hiciese muy grande
en la sucesión de este cacicazgo. Y así, aunque los
antes que
se introdujera esta fama lo heredaban los sobrinos
como
en los demás pueblos, después se vino a introducir
fuese
la sucesión por elecciones hechas una vez del pueblo
de Tobasa o otra del de Firavitiva alternativamente
y de
ninguna manera pudiese ser de otros pueblos,
ni de uno de estos dos caciques consecutivos, ni lo
consentían los cuatro electores...”
....
“Por conservar esta costumbre hubo una revuelta
en
todo el valle pocos años antes que entrasen en
él los españoles, habiendo querido,
con favor de tres
valientes hermanos suyos, un caballero de
Firavitova introducirse en este cacicazgo,
no siendo la vez de la
elección de aquel
pueblo, por haber sido el antecesor,
sino del de Tobasía.
Era este un valeroso mozo bermejo
y de barba larga,
dos cosas bien peregrinas para estas tierras.
Viendo los
tobasías que lo era también el hecho y de
atrevimiento
nunca oído, fueron con la queja a los electores,
que
determinaron luego con fuerza de guerra desposeer
al bermejo
del Estado, no sólo porque había
quebrantado
las leyes de la sucesión sino porque había hecho
justicia
públicamente del Gámeza, por haberle negado el voto y
voluntad que le pedía para ser electo como los
demás”.
“Juntaron los electores sus gentes y armas,
a que acudió también el Tundama con la suya
y juntos embistieron
con el bermejo y los que le seguían en
Sogamoso,
donde se defendió tan
valerosamente que se echó
de ver ser aventajados sus
bríos sobre
todos los de sus
enemigos. A quien sin duda venciera y
saliera con sus intentos, si los electores
no mandaran pregonar con penas de la vida
que ninguno de los de Sogamoso
peleara
en defensa del bermejo, por cuanto
era
tirano, intruso en el oficio; pues
por las
leyes de sus mayores no le venía
a él sino
al que eligiera el Tobasía.
Fueron tan
eficaces estas palabras de los electores,
que al punto se pasaron a su
banda los de Sogamoso,
dejando desamparado al bermejo
con solo
sus hermanos y algunos pocos
que le
siguieron. Los cuales hicieron rostro
a todo el ejército de los demás con
tantos bríos, que se echaron
de ver los muchos que tenía
su capitán Bermejo.
El cual los perdió y la vida,
haciendo demostraciones con sus
valentías de su hidalga sangre,
como también lo hicieron sus
hermanos, recobrando su cuerpo
de entre los
enemigos que lo
tenían para ponerlo hecho
cuartos en
cuatro palos en castigo
de su atrevimiento, como él
lo había
hecho
con el Gámeza, y para ejemplo de
los
demás y reparo de lo que en
el mismo caso pudiera
suceder adelante.”