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LA TIERRITA -- SUMERCE--

CUENTOS Y LEYENDAS DE SUAMOX

CUENTOS DEL SIGLO XXI

Cuento de Santa Barbara:
Vivía en Sogamoso una muchacha, casada sin el consentimiento de su padre, motivo por el cual había jurado éste darle muerte en la primera ocasión que la encontrara. Pasados varios meses la vio casualmente y echó a correr detrás de ella en dirección a la colina cercana; la muchacha fatigada un tanto y asustada otro más, tuvo necesidad de demorarse para dar prematuro alumbramiento, y allí, comenzando a subir la cuesta del cerro, el viejo padre atravesó el tierno pecho de la joven sobre el cadaver de su hijo. Por este sacrificio de tan inhumana crueldad se le dio a la colina el nombre de la Mártir Cristiana. Dice la tradición y nos lo relata el pueblo, que desde entonces, en el silencio de la noche,
se oía el llanto prolongado de un niñito recién nacido, entre el sordo rumor de la arboleda y el silbido del viento.

CUENTOS LATINOAMERICANOS

1660

JULIO 1 --  El sacerdote Fray Francisco Marques Picaso, se coloca al lado

de los indios de Sogamoso quienes se dirigen al Rey Felipe  IV para elogiar el proceder del doctor Juan Cornejo, nombrado Visitador de Naturales de la

Provincia de Tunja, y por haberlos librado de “un Corregidor tan cruel y

carnicero que los tenía en un completo  martirio”. El texto del documento

enviado al Rey, es el siguiente:

“Muy Poderoso señor:

Nos los infrascritos  cacique, capitanes y principales y demás indios de este pueblo de Sogamoso

de la Real Corona de vuestra Magestad con

la debida humildad y rendimiento que pide nuestro estado nos presentamos  postrados a los pies de vuestra sacra magestad  como a nuestro Rey y Señor

natural y quisiéramos hablar con tales

afectos y tal  espíritu que nuestras voces y nuestros desconsuelos moviesen las piadosas entrañas

de vuestra sacra magestad con nosotros los naturales  de este Nuevo reino que por nuestro humilde estamos siempre  nos vemos desvalidos y al presente no podemos menos que hartarnos con  mucho desconsuelo

el vernos desamparados con la suspensión y deposición de un ministro tan justo, recto y conciencia tan ajustada y muy temeroso de Dios y sobre todo tan

compasivo y misericordioso para con

nosotros los naturales  como el doctor Don Juan Cornejo, Visitador  recibido con tanto aplauso desde reino y librarnos luego que vino de una esclavitud tan

sin Dios y sin caridad como estábamos en

poder de un Corregidor tan cruel, carnicero,

 que nos tenía en un perpetuo martirio”.

“La razón porque estamos tan oprimidos es por el haber dado los corregimientos el doctor Dionisio

Pérez  Manrique, Presidente de este Nuevo Reino, por  interés y no por méritos, al presente sentimos

más y nuestros corazones desatan en

lágrimas de sangre por la suspensión de nuestro visitador que nos miraba con ojos de piedad y solo su

asistencia nos servía de protector y amparo,

que damos en peor estado que antes, todo

lo cual redunda en deservicios de vuestra

sacra magestad; por la sangre de nuestro Señor Jesucristo se apiade de nosotros y nos envíe el remedio conveniente que somos de estado humilde y el estar tan distante del Real amparo de vuestra Sacra Magestad perecemos miserablemente sin recurso alguno.

Asimismo pedimos y suplicamos por la

persona del doctor Juan Cornejo le premie vuestra sacra magestad por haber sido tan recto juez y

tan desinteresado  y vigilantísimo en el

servicio de vuestra Sacra Magestad en nuestras pobres y humildes oraciones”.

(Fuente : Anales de Sogamoso,

Alberto Coy Montaña)