DES ANFANTS A LA MINE
ARHUACOS EN
LA TIERRA DE LOS MUISCAS
Estaban, parados en el Puente
de calicanto de Mongui. Miraban correr el agua cristalina que viene del páramo. Eran tres hombres y un niño. De pronto apareció
un campesino que iba para la Procesión de Corpus Cristi, con sombrero negro y ruana blanca, los miró y detuvo su marcha. Era
el encuentro de dos pueblos unidos por la dimensión cultural., se conocían desde hace siglos.
Todos caminamos lentamente,
como intercomunicados por los espíritus de los antepasados; al llegar a la gran Plaza de este lindo pueblo, manos de trabajadores,
campesinos y la del Sr. Alcalde se extendieron, se unieron, y les dijeron gracias
por venir desde la Sierra Nevada hasta nuestro pueblo. Era una explosión de respeto, admiración, eran los muiscas mirándose
en el espejo cibernético de la historia de los pueblos. En la fábrica de balones, con cariño les explicaron como los elaboraban y una sonrisa y unas manos, unos balones como
presente se llevaron en sus mochilas los Arhuacos.
Miraron con embeleso los
altares del Corpus Cristy. Era el Jueves 10 de Junio. Corpus Cristi en los pueblos
menos en la gran ciudad de Sogamoso.
Entraron a Tópaga, y allí
una niña de 10 años, lentamente les iba explicando la historia de este pueblo, colgado en los Andes, con enormes pinos que
parecen gigantes que quisieran decir algo. Entraron al templo y se miraron en los espejos, que hace unos 450 fue la máquina
de tortura de los muiscas que no querían arrodillarse, miraron el diablo que está en el techo y admiraron este templo doctrinero.Se
escuchaba el murmullo de los espíritus de los Muiscas que desde esa fecha no veían un Arhuaco, desde la fiesta del Huan en
Suamox. Los caminos del tiempo los unió. Las manos de campesinos se alargaron y se unieron con las manos morenas de estos
hombres que admiraban la cultura religiosa y de pronto se escuchó la banda del pueblo, el estallido de los voladores y una
procesión llenó la plaza, era Corpus Cristi. Los cánticos se elevaban al cielo y todos se miraron, y allí estaban los hombres
de la Sierra, mirando orgullosos los estandarteres de la procesión. Ellos no se han doblegado ante la cruz.. Don Manuel, un
campesino , los llevo a su finca ecológica y dialogaron del poder de las plantas. En sus mochilas llevaron ensenillo, y carbón
mineral obsequiado por los jóvenes talladores del carbón. Edelmira ,la tejedora, quiere tejer algodón, y los arhuacos desean
enseñarle. Los muiscas olvidaron tejer el algodón y solo tejen lana. El vestido de los arhuacos es de algodón y cada uno teje
su ropa.
El mamo , un doctor en curar el cuerpo y el espíritu, se llenó la boca de hojas de ayo, sacó el poporo, untaba
un palito con cal obtenida de las conchas del caracol, y se la llevaba a la boca. Una mujer le pidió que alzara su niño, todos los arhuacos posaron para una foto, en la Plaza principal de Tibasosa. Allí la mano de las
gentes se extendieron y se unieron con las de este pueblo milenario. Tiba es capitán, -dijeron . Son dos pueblos mirándose
, como diciendo somos los mismos, hermanos de la madre tierra, un mismo padre, el padre sol, y una lengua musical, la lengua
chibcha, que un día se habló en estas tierras...son bilingües. .
Los arhuacos de esta historia fueron invitados
a participar en la reunión de Museos, y todas las noches entraban al Templo del Sol y allí invocaban los espíritus de la naturaleza
y la gente que los acompañaba sentía como su alma se elevaba a Chia. En el cielo de Suamox brillan las estrellas y un viento
frio recorre los Andes y los pueblos arhuacos quedaban comunicados con los pueblos de la Tierra de las Mantas.
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