Es Hora de Rendir Cuentas
Por:
Diego Francisco Sánchez Pérez*
Un gobierno que no está sujeto a la rendición de cuentas no puede ser calificado como democrático, aunque haya sido electo
por el voto popular. La democracia no comienza ni termina en el sufragio, aunque éste le sea connatural e indispensable.
Sólo una visión simplificadora puede reducirla a la elección de los gobernantes, sin tomar en cuenta que el control de
autoridades por parte de la sociedad, y no sólo su representatividad, es parte esencial de su naturaleza.
Quienes se encargan de legislar, cumplir y hacer cumplir la legislación e impartir justicia, es decir, de gobernar, no
son únicamente el producto de elecciones periódicas, sino de normas jurídicas y reglas de conducta que tienen por objeto apegarlos
al sentido final de gobernar democráticamente. Este sentido no es otro que agregar a la representatividad de las autoridades
el componente de responsabilidad ante la ciudadanía que les ha delegado el poder que ejercen.
Pocas entidades territoriales de Boyacá en peores condiciones para el ejercicio ciudadano del control de la autoridad,
mediante la rendición de cuentas que el Municipio de Sogamoso, actualmente en cabeza de Luis Guillermo Barrera del Movimiento
Apertura liberal, después de 17 meses de gobierno no se conocen públicamente los resultados de ejecución y cumplimento del
primera vigencia fiscal del Plan de desarrollo 2004-2007.
Toda esta gran farsa desemboca en la clasificación como reservada de información sobre gasto en obra pública y otras materias,
cuyo examen es indispensable para evaluar la honradez de los funcionarios del gobierno de Sogamoso.
Sin embargo, más allá de las circunstancias inmediatas, la omisión del gobierno para entregar información a la opinión
pública conlleva a una conducta dolosa y antidemocrática.
Para acabar con la farsa hay que ir a las raíces: Se requiere urgente una reforma legal a la forma de gobernar el Municipio que dé a los ciudadanos los derechos que se le han birlado, instituir el libre examen
a las cuentas y gastos municipales, someter los actos de Gobierno a los controles
de una Personería operante, convertir el Concejo Municipal en un verdadero Poder de oposición y control político.
Si Colombia no cuenta con una estructura de gobierno que garantice los derechos
políticos de sus habitantes y el equilibro entre poderes que induzca la rendición de cuentas, seguirá siendo rehén de conflictos
interpartidarios que encuentran en la estructura vigente un nicho ideal para enquistarse.
Mientras esto no ocurra, los Municipios y quien los gobierne mantendrán una deuda con la democracia, y escaparán una y
otra vez a la rendición de cuentas.
Director Ejecutivo Fundación Vive Sugamuxi
vivesugamuxi@yahoo.com