Mucha tinta y verso llanero ha corrido sobre las relaciones entre Sugamuxi y Casanare, las que hoy más que
nunca deben intensificarse pues la proximidad de los pueblos lo obliga. Los intereses económicos, sociales, culturales y políticos
determinan la actitud de los gobiernos. Sugamuxi puede tener muy buenas relaciones con quien considere oportuno. Pero desarrollar
la amistad y la alianza económica con Casanare es prioritaria.
Son tiempos de unión, no de tensas incomprensiones, Sugamuxi debe desarrollar una política inteligente y,
a la vez, ir muy pegada a las necesidades del Casanare. Esta corriente de sintonía debe superar los colores políticos de los
gobiernos de Yopal y Sogamoso. Las afinidades y los intereses comunes tienen que promover una política de desarrollo y progreso
a mediano y a largo plazo.
Es urgente propiciar alianzas estratégicas vía Convenios interinstitucionales; dicho todo esto hay que aprovechar
la vecindad, el folclore, y la fuerza de la Amistad para confluir en la lucha contra en aquellos problemas que son comunes.
En primer lugar está la lucha contra la pobreza y el desempleo. La contribución de los hijos de Sugamuxi al crecimiento de
Casanare ha sido determinante, pienso llego el momento de buscar que nuestros hermanos ricos nos den una mano.
Los intereses comunes van más allá de la Música llanera, la ganadería el Cachi Ortegón o el querido Cholo
Valderrama, pues no existen entre los dos regiones en lo que a personas se refiere diferencias irreconciliables; Pero las
grandes murallas, son la imaginaria o la falta de propósito y la natural que es la vía del Cusiana, que separa el camino de
los Sugamuxistas y Casanareños. Hay que abrir autopistas de desarrollo para que la electricidad, la gasolina, el agua-abundante
en los paramos de Sugamuxi- y el gas- Tesoro del Casanare- puedan viajar fácilmente en todas las direcciones de nuestros territorios,
llevando progreso.
Las infraestructuras son del todo insuficientes. Sugamuxi y Casanare deben apresurarse en hacer realidad
la vía del Cusiana, simultáneamente a la conexión operativa que se podrá establecer con entre nuestros Aeropuertos. Los tiempos
están para construir un futuro de mutuo crecimiento en el que quedemos definitivamente anclados al progreso; a Casanare le
interesa mucho. Pero a Sugamuxi mucho más.