Cuando se habla sobre el desarrollo económico se nos viene a la mente de la mayoría de las personas maquinaria,
humo, laboratorios, computadoras, infraestructura o cosas similares. Pocas veces nos detenemos a reflexionar que buena parte
de la población Colombiana más de 7% de la población económicamente activa vive de la cultura y del entretenimiento turístico
Colombia es un país con una cultura reconocida por sus rasgos originales. Sabemos hacer música, danza, teatro,
artesanía, literatura; sabemos hacer reír, amar y llorar a las personas con nuestras canciones, historias y melodramas. No
obstante, ese sector no recibe un apoyo significativo del resto de la economía porque se le discrimina como un área "blanda"
de la actividad productiva.
Así como muchos insisten, y soy un convencido de ello, en que Sugamuxi debe impulsar su desarrollo humano
y creativo para no quedar rezagado del resto de Colombia y el mundo, también creo necesario que nuestro progreso no sólo refleje
las necesidades del mercado externo, sino que influya en éste para que demande lo nuestro. Y para ello debemos "vender" bien
y tener en optimo estado de presentación nuestra casa.
Muchas veces nos olvidamos de nosotros mismos, de lo que somos, de lo que expresamos, de lo que sentimos,
de lo que manifestamos y eso precisamente es lo que quiere el mundo de nosotros. A la par de ser grandes en los negocios,
debemos ser grandes personas, atender con gracia y placer al visitante, exalar por nuestros poros amor por Sugamuxi, así no
ofreceremos lo que cualquier otra región de Colombia: una sociedad homogénea en lo global sino también estaremos en condiciones
de "contagiar" al mundo de lo nuestro, lo Sugamuxista, ofrecerles lo que nos distingue del resto, gracias a nuestra raza,
espíritu, historia y sensibilidad.
Generar conciencia sobre la importancia económica de atender bien y con gusto al que nos visita es una buena
apuesta. Sólo estando auténticamente orgullosos de nuestra cultura podremos convencer al mundo que ésta merece ser conocida
y disfrutada, y así, haciendo lo que nos gusta, miles de personas de Sugamuxi podrán ganarse la vida y participar en la generación
de riqueza nacional. Podremos crecer divirtiéndonos.
Así como hay un mercado mundial para las baratijas, hay un amplísimo sector que globalmente demanda atención
con calidad, ideas originales, actitud emprendedora, todo lo que viene del alma del pueblo Sugamuxista que quiere expresarse.
No temamos, aquí hay mucho espíritu y talento que ofrecer, desde el artístico, turístico y hasta el de entretenimiento.
Lo que urge es el pacto social entre nosotros por la adecuada conservación de nuestro sitios de interés que nos ubique en
el mundo, como una tierra orgullosa de sí misma, de lo que es, de lo que tiene y de lo que anhela, pongamos en todo lo que
hacemos nuestra marca, bien hecho, Marca Sugamuxi.