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PRECISIONES SOBRE EL DIA DE LA SOGAMOSEÑIDAD
POR JAIME VARGAS IZQUIERDO
EL próximo 6 de septiembre, la ciudad
de Sogamoso celebra con la tradicional solemnidad un aniversario mas de su erección como Villa Republicana, distinción otorgada
en 1810 por la Junta Suprema de Santa Fe.
Algunas personas señalan el 6 de
septiembre como el aniversario de fundación de Sogamoso. Empero, si nos atenemos a los estudios profundos del historiador
Gabriel Camargo Pérez, en su “ Geografía Histórica de Sogamoso”, apoyados en documentos de insospechable credibilidad,
la ciudad no tuvo ni fundador ni fundación hispánicos, y si, en gracia de discusión, aceptáramos como cierta tal ocurrencia,
no habría explicación para que ella coincidiera con la fecha indicada.
Algunos estudiosos hablan de la
discutida fundación hispánica de Sogamoso, aludiendo a la petición formulada por el procurador español don Bernardino de Mojica
y Guevara ante el Presidente Andrés Díaz Venero de Leyva , el 3 de abril de 1572, para establecer una población en Sogamoso
y ubicar en ella a “ unas familias pobres residentes en Tunja”. Al analizar tal hecho, Camargo Pérez concluyo:
Así , pues, basados nosotros en que antes de 1695 y después de 1698 Sogamoso no vario una sola línea en su vida civil, nos
atrevemos a creer que la Ciudad del Sol no tuvo fundador”. Sino una erección en parroquia, que es asunto diferente.
Para otros, la celebración del 6
de septiembre tiene que ver , (crasa equivocación), con la llegada aquí en 1537, un martes 4 de septiembre, de los conquistadores
españoles y el incendio del Templo del Sol, a manos de dos codiciosos soldados. Tan nefasto acontecimiento no daría para una
celebración.
Finalmente, algunos hablan de cumpleaños
de Sogamoso sin atinar a descifrar cual cumpleaños y, lo que es peor ,de su onomástico, que como es sabido, es el día del
santo de una persona.
El 6 de septiembre Sogamoso celebra,
como lo señalamos al comienzo, el aniversario de su exaltación a Villa Republicana, titulo que además de honroso incluía la
concepción de su autonomía administrativa y otras prerrogativas, ofrecidas como recompensa a la vocación de sus habitantes
por la libertad, la independencia y por el fervor patriótico demostrado al abrazar la causa de nuestra emancipación.
Es el 6 de septiembre la fecha consagrada
a la sogamoseñidad, como quien dice, al tributo a las virtudes, la laboriosidad, y el apego a las grandes causas de la patria
colombiana del noble y emprendedor pueblo soagamoseño
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REFLEXIONES SOBRE EL 6 DE
SEPTIEMBRE
POR JAIME VARGAS IZQUIERDO
Cundo año tras año, nuestras
autoridades, los estamentos cívicos, académicos y sociales así como las instituciones educativas conmemoran, con pompa y fervor
patriótico, la efemérides sogamoseña de SEIS DE SEPTIEMBRE, es habitual que quienes profesamos un sentimiento de devoción
y afecto por nuestro terruño intentemos hacer una aproximación al significado de tan señalada fecha de nuestro discurrir histórico
y pretendamos elucidar sobre la trascendencia que tal fasto conlleva como componente sobresaliente de la SOGAMOSEÑIDAD. Los
estudiosos de nuestros anales ciudadanos es poco lo que informan sobre la incidencia que tal acontecimiento tuvo en la vida
ciudadana de la Villa del Sol.
Los ciudadanos del común,
y particularmente las gentes jóvenes no atinan a descifrar con suficiencia la significación del día mas autentico de la sogamoseñidad,
vale decir la fecha de mayor importancia y connotación de nuestro calendario republicano. Por eso nos inquieta que ciento
noventa y cuatro años después de haberse protagonizado tal hecho histórico existan personas que hablen del aniversario de
la fundación de Sogamoso, o la llegada de los conquistadores, o del cumpleaños u onomástico(¿) de la ciudad y no sabemos cuantas
imprecisiones mas. La historia a medias no es un expediente adecuado para la formación cívica y cultural de nuestros coterráneos.
Los acontecimientos históricos no pueden presentarse aisladamente como una poliantea desarticulada, sino que la rememoración
de tales episodios tiene que ser la resultante de un análisis a conciencia de cada acontecimiento en si, pero necesariamente
entrelazado con sus causas y por supuesto con sus efectos y consecuencias.
Conforme a lo anterior y para logra una adecuada interpretación de lo ocurrido el 6 de septiembre de 1810,
tenemos que encuadrar tal suceso dentro del episodio independentista del 20 de Julio de dicho año e inclusive con hechos históricos anteriores a la proclamación de la independencia en la fecha señalada.
Pero centrándonos el 20 de
Julio cuando se dio el Grito de Independencia en circunstancias que la historia de la Patria Grande registra detalladamente,
tenemos que admitir que tal suceso produjo la natural repercusión en toda la geografía granadina y particularmente en territorios
como Sogamoso, cuyos moradores anidaban de antaño un irrevocable sentimiento independentista, nacido como reacción al centralismo
hirsuto y opresor que encarnaban las castas oligárquicas de Santa Fe y las arriscadas camarillas de los encopetados tunjanos
de aquella época.
La anterior circunstancia,
fue una de las determinantes, para que el altivo pueblo sogamoseño adhiriera pronto, y sin vacilaciones a la causa independentista,
ayunque situaciones similares vivieron en otras poblaciones que registraban la discriminación por parte de las villas principales
como Mompox frente a Cartagena, Cali ante Popayán, Vélez frente a la Provincia del Socorro, Quibdo ante Novita, Ibagué y Tocaima
con relación a la Provincia de Mariquita y en nuestro caso frente a Tunja.
Conforme a los relatos de
nuestros historiadores entre ellos el académico Gabriel Camargo Pérez, en obras como “La Roma de los Chibchas”
y la “ Geografía histórica de Sogamoso”, hemos conocido como nuestras gentes sogamoseñas se reunieron en memorable
manifestación y con representantes de 21 vecindarios confederados y aliados , el 23 de agosto de 1810 y “ firmaron su
propia Acta de Independencia separándose de Tunja y constituyéndose en nueva provincia”.
Pero para entender mas cabalmente
la determinación de Sogamoso de separarse de Tunja, es preciso señalar que en buena parte tuvo soporte el deseo de los comarcanos
de sacudirse del yugo despótico y del vasallaje a que los tenia sometidos al patriciado y oligarquía federal de la Provincia
Tunjana. Para sustentar lo anterior es pertinente dar paso al historiador Indalecio Lievano Aguirre en sus “ Grandes
conflictos sociales y económicos de nuestra Historia” en los cuales nos relata como “ en la Provincia de Tunja
imperaban entonces las mismas familias que en 1781 detuvieron la Revolución de los Comuneros en Zipaquira y ayudaron a Berbeo
y al Arzobispo a contener la marcha de las multitudes hacia Santa fe lo cual explica la pugna que existía entre el clan de
patricios de la ciudad de Tunja y aquella zonas de provincia densamente pobladas por indígenas y donde se hallaban localizados
los principales Resguardos como era el caso de Sogamoso.
Como se ve y para corroborar
lo que dijimos arriba, los sogamoseños no solo querían el rompimiento con la Corona Española, sino que aspiraban a cortar
las ataduras que los unían con Tunja y con quienes se confabulaban para liquidar los Resguardos indígenas.
Los antecedentes referidos
y la adhesión oportuna y decidida del pueblo sogamoseño a la causa emancipadora fueron el soporte para que la Junta Suprema
de Santafe que lideraba el proceso de la independencia, ( según noticia de “ el diario Político del 25 de septiembre
de 1810) tomara la determinación de exaltar a Sogamoso como Villa Republicana
en unión de otras poblaciones que también se habían distinguido por su fervor independentista entre las cuales estaba Zipaquira,
Guaduas, Cáqueza, La Mesa De Juan Díaz, y en lo que hoy es Boyacá, además de Sogamoso, Chiquinquirá, Turmequé, y Tenza.
Como hemos señalado la ericcion
de Sogamoso como Villa Republicana no fue una concepción gratuita sino la retribución mas que merecida a un pueblo de irrevocable
vocación patriótica que en defensa de su población indígena se proclamo sin vacilaciones, como provincia soberana independiente
y eligió a Don Emigdio Benítez como su diputado ante el Congreso del Reyno.
Pero para abundar un poco
mas en la significación del Seis de Septiembre es pertinente hacer alusión a la prerrogativa que la dignidad conferida por
la Junta Suprema, implicaba entre tales privilegios o derechos se incluía la potestad para hacer parte del Congreso General
del Reyno con un diputado propio, a disfrutar de la autonomía administrativa, a fijar sus propios linderos y tributos y a
poder usar un escudo de armas. No obstante, la primera concesión o sea la que permitía participar en el Congreso General del
Reyno pretendió ser desconocida por la presión impropia de don Camilo Torres, exponente del patriciado criollo, quien apelo,
en el propio seno del Congreso, (reunido el 22 de diciembre de 1810), al mas insólito tratamiento para el pueblo sogamoseño,
en términos infamantes que ahora trascribimos, “ Al miserable pueblo de Sogamoso, dependiente de Tunja, que solo se
compone de indios que no han adquirido, ni adquirirán en muchos años los derechos activos de la representación civil por la
estupidez en que yacen...”
Sin embargo la arrogante
insólita actitud del Señor Camilo Torres fue destruida por la contundente oratoria del diputado de Sogamoso, Emigdio Benítez quien en encendida arenga ante el Congreso, echo por tierra, la endeble argumentación
del aristócrata payanes, reivindicó los merecimientos de la Nueva Villa Republicana y defendió su bien ganado derecho para
formar parte , del Primer Congreso General del Reyno.
Mucho mas podría decirse
sobre esta jornada del Seis de Septiembre de 1810, para esclarecer el significado que ella entra4ª para la historia de nuestra
Patria Chica, pues esta líneas son apenas una pequeña aproximación a la comprensión puntual de su trascendencia y valor en
los anales de nuestra trayectoria republicana y un modesto aporte para esta conmemoración que habrá de convertirse en ocasión
propicia no solo para fortalecer y elevar nuestro sentimiento patriótico, sino para rendir tributo a nuestros prohombres y
próceres, quienes dieron testimonio, aun con la ofrenda de sus vidas, de su apego a los principios democráticos y demás para
enaltecer las virtudes y valores, componentes de la sogamoseñidad y a la vez recuperar la confianza y la fe en los principios
que alientan a un pueblo que mira con orgullo su pasado, construye con perseverancia su presente y avizora con optimismo y
seguridad el porvenir.
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LA SOGAMOSEÑIDAD
POR JAIME VARGAS IZQUIERDO
El vocablo
SOGAMOSEÑIDAD el cual nos hemos dado en incluir dentro de nuestro léxico habitual para exaltar y magnificar el patrimonio
espiritual de nuestro terruño, pretende recoger no solo nuestra identidad, nuestro sentido de pertenencia, sino que de alguna
manera busca aglutinar todo lo que tiene que ver con nuestra tradición gloriosa, nuestra idiosincrasia y con la Pléyada de
varones ilustres que a lo largo de nuestro discurrir histórico sogamoseño han enaltecidos los campos de la intelectualidad,
la ciencia, las artes y la cultura patria.
Ese
sentimiento de LA SOGAMOSEÑIDAD es el que debemos rescatar en estas épocas en las cuales la perdida de los valores morales
de la autenticidad, del civismo y del amor patrio se han convertido en la constante de la vida ciudadana.
LA SOGAMOSEÑIDAD
encarna, desde luego, el culto al terruño, que como bien lo dijera el filosofo argentino José Ingenieros, es “ LA PATRIA
DEL CORAZON”, ese terruño al cual se debe sentir y amar por instinto, con espontaneidad y con desprendimiento.
Ahora
sentimos que al impulso de varios ciudadanos amantes de su patria chica y de algunas entidades beneméritas se intenta plasmar
el sentimiento de ese viejo SUAMOX que tanto añoramos. Los antiguos romanos, para citar un solo ejemplo, mantenían un singular
orgullo al proclamar su condición de hijos de la vieja Roma: SUM CIVIS ROMANUX, Soy ciudadano Romano, era como una adarga
y un blasón que ostentaban con altivez y gozo. Era de alguna manera la exaltación de su identidad y el sentido de la autoestima
y la pertencia que bien quisiéramos sentir en nuestros coterráneos para poder decir con ellos orgullosamente, “ SOY
CIUDADANO SOGAMOSEÑO”.
El sentimiento
sogamoseñista parece renacer. Tenemos, eso si, que estimular a las gentes, particularmente a los jóvenes para que conozcan
y aprecien toda esa gama de valores que entraña la SOGAMOSEÑIDAD, solo así lograremos que el amor a la tierra encuentre su
razón de ser. No se ama lo que no se conoce. De ahí que retomando el estudio de lo que Sogamoso ha significado a lo largo
de su historia, de sus fastos gloriosos, de las ejecutorias de sus varones y mujeres ilustres, de sus tradiciones y de su
grandeza histórica, podremos hallar el autentico civismo y el espíritu publico, motores eficientes del desarrollo comunitario.
Exaltando la SOGAMOSEÑIDAD forjaremos los verdaderos conductores del progreso y nos preservaremos de quienes
mañosamente pretenden direccionar los destinos del pueblo por caminos tortuosos, por senderos en donde pululan las ambiciones
deshonestas, las actitudes egoístas que distorsionan los sentimientos y las aspiraciones de las gentes que aman de verdad
a su Patria chica y desean elevarla al pináculo de su gloria y de su grandeza.
Queremos
,pues, que LA SOGAMOSEÑIDAD con todo lo espléndido que entraña, con todo lo magnifico que representa y significa, sea la brújula
para todos los buenos hijos de La villa del Sol, menesterosa hoy de recuperar el hilo conductor de su liderazgo como urbe
progresista, ciudad grande, hermosa, ubérrima y generosa. LA SOGAMOSEÑIDAD debe ser la enseña del Nuevo Sogamoso que soporta
su identidad en un pasado glorioso, en un presente ambicioso y en un futuro promisorio.
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AULANET,OFC402 EDF CAMARA DE COMERCIO DE SOGAMOSO, TEL 7721677
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